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Prevención y detección temprana de la enfermedad
Prevención
Primaria y Secundaria
Prevenir el cáncer de mama significa disminuir o eliminar la exposición de la mujer a factores de riesgo de forma tal de reducir las posibilidades de desarrollar cáncer de mama.
Adoptar estilos de vida saludable, es una forma de actuar de modo preventivo: no fumar, evitar el consumo de grasas, realizar actividad física, moderar el consumo de alcohol.
Las terapias de reemplazo hormonal y la exposición excesiva a la radiación ionizante (rayos x) también aumentan el riesgo de tener cáncer de mama.
La prevención secundaria consiste en la detección temprana del cáncer de mama. El primer método, es por medio de la mamografía, que consiste en realizar una radiografía de las mamas.
Con este estudio es posible detectar el cáncer de mama en su fase asintomática, cuando todavía la lesión no es palpable, o es mínimamente palpable, por lo cual, es posible recurrir a mejores posibilidades de cura, con tratamientos menos agresivos que los que se realizan cuando el cáncer está más avanzado.
Por otro lado, hay otros métodos diagnósticos por imágenes, como la ecografía, la cual se usa en forma complementaria a la mamografía y la resonancia magnética que se emplea en situaciones puntuales cuando exista indicación médica.
Un par de minutos
Hacen una gran diferencia en tu vida.
Autoexamen
- Levanta el brazo derecho y con la mano izquierda aprieta suavemente el seno derecho, en pequeños círculos, empezando en el borde exterior y haciendo círculos hacia el pezón, buscando cambios en el seno. Repite la misma operación en el seno izquierdo.
- Examina cada aparte del seno y la axila; aprieta suavemente ambos pezones y fíjate si hay alguna secreción nueva o anormal.
Examina directamente el pezón; oprímelo con un dedo para detectar posibles cambios. - Delante de un espejo coloca los brazos a los lados, luego levántalos sobre la cabeza; inspecciona cada seno para ver si hay cambios de tamaño, forma o contorno en cada uno. Busca arrugas, hendiduras o cambios en la textura de la piel.
- Acostada, coloca una almohada debajo del hombro derecho y pon el brazo y la mano derecha detrás de la cabeza.
Examina el seno derecho con la mano izquierda, en movimientos circulares, buscando anomalías.
Repite esta operación en el seno izquierdo.