Vida Saludable y Prevención

Cáncer Colorrectal – Una pesquisa oportuna puede salvar vidas

¿Qué es el cáncer colorrectal y cómo se origina?

El intestino grueso o colon es la parte final del del tubo digestivo. Se extiende desde la llamada válvula ileocecal, que es la unión y continuidad con el intestino delgado, hasta el extremo final del esfínter anal. Se distribuye en el abdomen en forma de marco con una porción ascendente a la derecha, el colon transverso en la parte superior y el descendente a la izquierda. Luego presenta un extremo distal compuesto por el sigmoides y el recto que desembocan en el ano. A lo largo de toda esta estructura, con los años se van produciendo crecimientos de la mucosa conocidos como pólipos. Estos pólipos son en su mayoría benignos, pero algunos de ellos, con el tiempo, pueden desarrollar células cancerosas y producir un cáncer colorrectal. Entre 8 y 9 de cada 10 cánceres colorrectales se producen a partir de un pólipo.

Desde la comunidad científica, no se sabe exactamente por qué se produce la malignización de los tejidos con la presencia de células cancerosas. Seguramente es una combinación de factores, como alteración en la inmunidad, la inflamación crónica y algunos estimulantes externos de la replicación celular. En general, el cáncer de colon comienza cuando las células sanas del colon desarrollan cambios (mutaciones) en su ADN. El ADN de una célula contiene instrucciones que le indican qué funciones realizar. Las células sanas crecen y se dividen de manera ordenada para mantener el funcionamiento normal, pero cuando el ADN de las células se daña, éstas crecen en forma desorganizada, se acumulan y forman un tumor. Estas células pueden además trasladarse a otras partes del cuerpo para formar nuevos tumores llamados metástasis.

Desde la aparición de un pólipo hasta su malignización pueden pasar entre 10 y 15 años, por lo que la gran mayoría de los cánceres invasivos del colon pueden prevenirse si se realizan pruebas de pesquisa en forma oportuna.

¿Qué síntomas pueden aparecer?

El cáncer colorrectal en sus fases iniciales es silente, y cuando produce síntomas éstos suelen pasar desapercibidos. La presencia de uno o más de los siguientes síntomas deben alertarnos y obligarnos a realizar una consulta a la brevedad con el equipo de salud:

  • Un cambio persistente en los hábitos intestinales, incluidos diarrea, estreñimiento, o una modificación en la consistencia de las heces
  • Sangrado rectal o sangre en las heces
  • Molestia abdominal persistente, como calambres, gases o dolor
  • Una sensación de que el intestino no se vacía por completo
  • Debilidad o fatiga
  • Pérdida de peso sin causa aparente
  • Anemia persistente sin causa aparente o en personas mayores

¿Cómo podemos realizar un diagnóstico temprano?

Las recomendaciones actuales sugieren la realización de distintas pruebas a partir de los 50 años, y antes si existiera algún factor de riesgo conocido. Las 2 pruebas más importantes son la búsqueda de sangre en materia fecal y la colonoscopía.

La pesquisa de sangre oculta en materia fecal por inmunoquímica es una prueba sencilla y rápida de tamizaje a población general, especialmente luego de los 50 años. Un resultado negativo sugiere la repetición en forma anual y un resultado positivo obliga a avanzar en técnicas más especializadas. La colonoscopía, en cambio, requiere preparación previa y la realización por un médico especialista. Se trata de la colocación de un tubo semiflexible a través del ano, mediante el cual se puede observar la mucosa de todo el intestino grueso. Su principal ventaja es que si se observara la presencia de uno o más pólipos se podrán extirpar en el mismo procedimiento y analizar luego por anatomía patológica para determinar si fueran o no malignos.  Si los pólipos encontrados fueran demasiados o de gran tamaño para su extirpación, se tomará solo una muestra de ellos, biopsia, para su posterior evaluación.

La colonoscopía suele indicarse ante la presencia de los síntomas antes descritos, si hubiera antecedentes familiares de importancia o ante la positividad de la prueba de sangre oculta en materia fecal. La frecuencia propuesta de realización es cada 3 a 5 años, dependiendo de los hallazgos de cada procedimiento.

¿Cómo es el tratamiento?

Si el diagnóstico es temprano, la extirpación del pólipo en la colonoscopía es, en la mayoría de los casos, curativa. Si la enfermedad se encuentra en estadíos avanzados, el abordaje terapéutico es esencialmente quirúrgico, asociando quimio y radioterapia, según el tipo de tumor encontrado.

El desafío principal será ajustar el tratamiento a las necesidades de cada persona asegurando la mejor opción, a fin de lograr mantener una óptima calidad de vida.

¿Por qué es tan importante informarnos?

La presencia de factores que aumentan el riesgo de presentar cáncer colorrectal debe alertarnos para realizar las consultas con los especialistas en forma oportuna. Algunos de ellos no son modificables como la edad mayor de 50 años, el antecedente familiar de cáncer de colon, la presencia de pólipos en el intestino, algunas enfermedades como la Polipomatosis Familiar o las enfermedades inflamatorias del intestino. Todos ellos son factores conocidos que aumentan el riesgo de su desarrollo y obligan a avanzar con las técnicas de detección temprana.

Por otro lado, el sedentarismo, la obesidad, el consumo de alcohol y tabaco, las dietas pobres en fibras y ricas en azúcares constituyen importantísimos factores de riesgo modificables que están ligados al estilo de vida. Es deber de todos actuar desde edades tempranas para contrarrestarlos.

Dr. Manuel Escudero
Médico Clínico –Especialista en Medicina Interna
MN101067

 

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