Este término, entendido como “retroalimentación” o “devolución”, casi podríamos decir que se ha puesto de moda hace ya algunos años en el ámbito organizacional.
Y esto tiene sus motivos, ya que es una herramienta fundamental para cualquier líder que se precie de tal y quiera, tanto sea corregir desvíos en comportamientos y acciones puntuales de sus equipos, como así también generar una gran herramienta motivacional.
Pero increíblemente poco se la ve y usa como herramienta muy útil para todos nosotros a fin de construir y afianzar relaciones.
Y es que el feedback no es, ni más ni menos, que una herramienta que nos permite abrir un canal de comunicación. Y si sabemos combinarlo con la empatía, funcionará de maravillas para tender puentes con nuestra contraparte, facilitando una conexión genuina. Pudiendo así establecer acuerdos para modificar cosas que no están funcionando como nos gustarían (feedback constructivo) o reforzar y motivar comportamientos/situaciones que nos agradan y queremos que se sigan repitiendo (feedback positivo).
Pero para que esta conexión funcione como realmente lo deseamos, debemos tener en cuenta una serie de consideraciones, a saber:
1. El timing
El feedback, sin importar su tipo, debe darse en el momento adecuado. O sea, cuando la situación que lo amerita está sucediendo. Obviamente siempre que esto sea posible.
Esto nos va a permitir conectar estando la situación muy fresca en la cabeza del receptor y así sacarle el mayor provecho posible. Adicionalmente que, si alguien está haciendo algo por lo que lo queremos felicitar o queremos corregir, dejar pasar mucho tiempo para hacerlo claramente nos juega en contra, perdiendo su fuerza motivacional en el primero de los casos y dejando seguir algo que queremos cambiar, en el segundo.
2. La Preparación
En caso que no hayamos podido dar feedback de manera espontánea, entonces debemos preparar el ámbito y buscar el momento correcto para hacerlo.
O sea, buscar un lugar tranquilo, en lo posible agradable, donde se pueda conversar sin que nos interrumpan y, más importante, asegurarnos que nosotros y nuestra contraparte nos encontremos en el estado emocional correcto para llevar adelante dicha conversación.
Esto, por ejemplo, suele pasar cuando queremos pedir algo a nuestro jefe. O sea, chequeamos si está de humor para la conversación que queremos tener, pero difícilmente lo hacemos cuando vamos a decirle algo a nuestros colaboradores, amigos, pareja, etc.
3. Expresar sentimiento
Plantear la conversación desde hechos fácticos reales, para evitar discusiones interminables que se basen en puntos de vista y expresar cómo esto nos hace sentir. Al abrirnos, damos lugar a un espacio de seguridad y sinceridad, buscando generar lo mismo en nuestra contraparte, tendiendo así un puente de empatía entre ambos.
4. Pedir opinión de nuestra contraparte
Una vez expresados nuestros sentimientos, no busques establecer cómo se tiene que solucionar el tema (si es un feedback constructivo) sino pedirle a tu contraparte su opinión. Es importante que ambos puedan escucharse y entender por qué pasa lo que está pasando, evitando así cualquier tipo de inferencias.
Y luego de esto, preguntar a tu contraparte cómo podrían hacer para que esto no se repita, buscando que él mismo ofrezca una vía de solución al tema.
5. Llegar a un acuerdo
Por último, si en el punto anterior pudieron sincerarse y más importante, escucharse, ahora no queda más que encontrar un punto de acuerdo entre lo sugerido por tu contraparte y lo que deseás.
Si ambos coinciden, genial. Caso contrario, es el momento de que plantees tus opciones y juntos lleguen a un acuerdo en común.
A medida que uno va haciendo este ejercicio una y otra vez, sobre todo con las mismas contrapartes, se genera un ámbito de seguridad, confianza y honestidad que hace cada vez más simple el poder conversar y llegar a acuerdos… Así es como el feedback bien utilizado, nos permite construir relaciones cada vez más auténticas.
Y vos, ¿estás usando el feedback? ¿Cómo te está funcionando? ¡¡Te invito a que lo pruebes y me cuentes cómo impacta en tus relaciones!!
Lic. Jonatan Gutman
Facilitador y coach en habilidades blandas y negocios
Staff Planearte