Seguro todos nosotros conocemos algún pariente, amigo, compañero de trabajo, de la facultad, del club, etc. que consigue todo lo que se propone.
Y seguramente también debés pensar que él o ella es alguien inteligente, con constancia, viveza, o al pensar en ellos simplemente exclamás “que rápido que es” o “¡Qué suerte que tiene!”.
Y tal vez tengas razón y esa persona en la que estás pensado es exitosa porque tiene una mezcla de todos estos factores. Pero hay uno, un ingrediente, sin el cual seguramente no hubiesen alcanzado lo que buscaban. Y ese ingrediente es la Motivación.
Por lo que, en el articulo de hoy, los invito a explorar un poco este concepto. Empezando por entender que la motivación no es, ni más ni menos, que un conjunto de factores internos y externos que determinan una parte de nuestro comportamiento y acciones. O sea, cuando estamos motivados todas nuestras energías apuntan en una misma dirección en busca de alcanzar una meta concreta.
De hecho, hasta podríamos decir que la motivación no es, ni más ni menos, que la impulsora de nuestras habilidades para lograr el objetivo propuesto.
Bien, entonces, ahora que definimos a la motivación, es importante entender que la hay de 2 tipos: Intrínseca y extrínseca, diferenciándose por dónde y cómo se originan.
Motivación Intrínseca: es aquella que nace desde nuestro interior e independiente a cualquier estímulo externo, consiguiendo recompensas puramente íntimas como ser: amor propio, independencia, confianza, satisfacción personal, fuerza interior, o sea, validar el “¡Yo puedo!”
Motivación Extrínseca: es el conjunto de acciones que llevamos adelante para conseguir una recompensa externa. El ejemplo más común es la recompensa económica, aunque la recompensa extrínseca no es sólo la búsqueda del bono o aumento de sueldo sino también el reconocimiento por parte de terceros, como por ejemplo los aplausos y elogios.
Ahora bien, durante muchos años diferentes estudios hablaban de la importancia de lograr un balance entre ambas motivaciones hasta que el autor Daniel Pink en su libro “La Sorprendente Verdad que nos Motiva”, a través de experimentos, casos reales e investigaciones, nos demuestra que lo que realmente funciona es la motivación intrínseca y que la extrínseca (palo y zanahoria) funciona meramente para tareas más rudimentarias y repetitivas.
Así Pink se adentra en el estudio de la motivación intrínseca y la descompone en 3 pilares:
- La Autonomía: el deseo de dirigirse a uno mismo y hacer una contribución decisiva
- La Maestría: llegar a dominar la disciplina por la que tenemos vocación
- El Propósito: La misión, visión y valores, nuestros o de la organización que nos representa.
¿Cuál de estos 3 pilares te representa? ¿Cuál te empuja a la acción?
Según Pink estos son los verdaderos motivadores, siendo el efecto de los extrínsecos mucho más efímeros y difíciles de sostener. Por lo que, aquellos que saldrán adelante y alcancen sus metas, serán quienes maximicen su propósito y no tanto así su beneficio.
Entonces, me despido preguntándote: ¿Y vos, dónde estás haciendo foco? ¿Cuál estás maximizando?
Lic. Jonatan Gutman
Consultor, facilitador, coach de equipos y negocios.
Staff Planearte