Las nuevas tecnologías se han instalado a tal velocidad en nuestras vidas, que hoy no concebimos nuestra existencia sin el mail, WhatsApp, las redes sociales o los buscadores. Las redes sociales cada vez son más usadas en toda la población, pero sobre todo en adolescentes. En 2023, WhatsApp se situó como la red social preferida por los internautas argentinos con cerca del 93% de usuarios de internet interactuando en la plataforma. Le siguieron Instagram y Facebook como las redes sociales más populares en Argentina, ambas con una participación de más del 85% de los usuarios. Hoy las redes más usadas por los adolescentes son Instagram y TikTok. Los adolescentes chatean, juegan, se informan, se entretienen: pasan buena parte del día conectados y sienten a la tecnología como la herramienta que los vincula con la vida pública.
Si bien las redes sociales le aportan muchas cosas a nuestra vida, varias comunidades científicas nos alertan acerca de los riesgos para la salud asociados a su uso. Algunos efectos indeseables ya demostrados son:
- Comportamientos ansiosos
- Afectación del sueño
- Exposición de la privacidad y datos sensibles
- Ciberacoso
- Visualización y viralización de contenidos inapropiados
- Discursos de odio y discriminación
- Patrones de comportamiento adictivo
- Accidentes por retos peligrosos que pueden llevarlos a la muerte
La Sociedad Francesa de Psiquiatría recomienda demorar el uso de redes sociales hasta los 12 años, desalentando su uso en menores. La Subcomisión de Tecnologías de Información y Comunicación de la Sociedad Argentina de Pediatría publicó unas recomendaciones para los padres y cuidadores de los niños que usen redes sociales, debido a la divulgación del “blackout challenge” en TikTok.
Lo primordial es que los padres se involucren y conozcan las redes y las aplicaciones a las que acceden sus hijos y/ o menores a cargo.
Es fundamental el acompañamiento hasta lograr paulatinamente la autonomía y la mirada crítica. Este proceso es largo y está vinculado principalmente al recorrido de la adolescencia que atraviesa por períodos de alta vulnerabilidad.
Debemos conversar con los adolescentes acerca de la diversidad de los cuerpos, que las fotos y cuerpos que mayormente se ven en las redes son producto de filtros y ediciones y no reflejan la realidad.
Es fundamental educar en el buen uso de las redes sociales.
- Consensuar tiempos y calidad de uso, en vez de prohibir o espiar. Está publicado que pasar más de 3 horas diarias con las redes sociales aumenta el riesgo de padecer trastornos de ansiedad, por lo cuál debemos limitar la cantidad de horas de uso.
- Favorecer una rutina de sueño libre de pantallas, limitando el uso de pantallas 1 hora antes de la hora de dormir. Irse a dormir con las redes sociales aumenta la posibilidad de padecer trastornos del sueño.
- Reflexionar antes de subir fotos que puedan ser muy íntimas como para hacerlas públicas. Recordemos a los adolescentes que el contenido que se sube a las redes es muy difícil de eliminar.
- Pensar antes de escribir comentarios que puedan ser ofensivos para otros y siempre privilegiar el diálogo cara a cara si hay algún comentario sensible o enojo.
- Disponer tiempo de ocio libre de tecnología. Fomentar el contacto social cara a cara con los amigos y no sólo a través de redes sociales. El deporte es una gran fuente de encuentro entre pares.
Es importante encontrar un espacio para charlar con los adolescentes, generar un clima de confianza y ser el referente al que pueda concurrir ante dudas o preocupaciones.
Dra. María Cecilia Russo
Médica Especialista en Adolescencia
Staff Planearte
MN 103111