Vida Saludable y Prevención

Control de esfínteres

El control de esfínteres requiere maduración emocional y entrenamiento. 

Alrededor de  los 2 años, el niño comienza a separarse de su mamá hasta lograr la independencia. Aparece la adquisición de lenguaje y avances en el área motora. El niño ya camina, habla juega, piensa y razona. Estos cambios son muy necesarios y debemos esperar a que el niño tenga noción de lo que se espera de él. Alrededor de los 2 años, el niño supera la excitación por caminar, entiende palabras, expresiones, secuencias de acción, comienza a aminorar su negatividad.

Para iniciar el control de esfínteres debemos buscar el momento en que  ya tenga uso del lenguaje, que no haya otras situaciones estresantes y ya no usar chupete o mamadera. 

Esperar el mejor momento del niño va a hacer la experiencia más sencilla y placentera para todos los involucrados. Hay señales que podemos ver, de que los niños están listos para comenzar a dejar los pañales. Por ejemplo, cuando los niños sienten deseo de orinar ponen caras raras o se ponen en posición de cuclillas. Cuando sienten deseo de defecar, se esconden atrás de una silla o abajo de la mesa. Otras veces se sacan el pañal y corren alrededor de la casa desnudos.

Determinar cuál es el mejor momento para dejar los pañales no siempre es fácil, no solo porque el estar listo puede ocurrir a diferentes edades en diferentes niños, sino también porque el niño puede estar listo en un área del desarrollo pero no en otra. Un niño de un año puede sentarse feliz en la pelela a ver los dibujos de un cuento, pero no comprende cuál es la función de la pelela. Mientras que un niño de 2 años, que comprende para qué se usa, puede oponerse a usarla y no puede resistirse a la tentación de deambular todo el tiempo.

En general la mayoría de los niños están listos fisiológicamente para dejar los pañales  alrededor de los 18 meses. Esto implica que su sistema digestivo y la vejiga han madurado a tal punto que pueden retrasar la necesidad de mover el intestino u orinar lo suficiente como para llegar al baño. Sin embargo, habitualmente hasta los 2 años no tienen la maduración cognitiva adecuada. No pueden asociar la urgencia de ir al baño con la pelela, como para recordar usarla y resistir la distracción lo suficiente como para completar la evacuación. Por otro lado, las habilidades motoras de llegar al baño, sacarse la ropa y sentarse en la pelela también son muy necesarias.

Es muy relevante también el deseo de independencia y autonomía, como la maduración suficiente para relajar el control y evitar la constipación. La maduración social genera las ganas de ir al baño para imitar sus conductas y es una motivación muy potente.  Otro factor es la habilidad verbal de comprender las indicaciones de cómo ir al baño y de comunicar sus dudas o incomodidades.

Pueden ver todo los procesos que sustentan el control de esfínteres. A pesar de que no es necesario esperar a estar seguros de que el niño alcance por completo todas estas pautas del desarrollo, cada paso aumenta las chances de que el control de esfínteres sea exitoso.

Dra. María Cecilia Russo
Médica Pediatra Especialista en Adolescencia
MN103111
Staff Planearte

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