La adolescencia es una etapa de la vida en la que las personas forjamos nuestra identidad y comenzamos a construir nuestro propio futuro. La Organización Mundial de la Salud la define como el periodo de vida entre los 10 y 19 años en el cual los individuos adquirimos la capacidad reproductiva, transitamos los patrones psicológicos de la niñez a la adultez y consolidamos nuestra independencia económica. Así, a lo largo de estos años, además de producirse todos los cambios corporales propios de la pubertad, nos apoyamos en los recursos psicológicos y sociales que obtuvimos en nuestro crecimiento previo para elaborar nuestra identidad y plantearnos un proyecto de vida propio.
Es importante que los adultos reconozcamos las características propias de esta etapa para poder acompañar a cada niño, adolescente y joven a lo largo de su crecimiento.
¿Qué es la pubertad y cómo se produce?
Los cambios de la pubertad son consecuentes a la intervención del sistema hormonal. Desde el cerebro, serán el hipotálamo y la hipófisis quienes inicien el proceso de estimulación de los testículos en los varones y de los ovarios en las mujeres. Desde allí se producirá la liberación de las llamadas hormonas sexuales: la testosterona en los chicos y los estrógenos y la progesterona en las chicas. Estas hormonas actúan directamente sobre los cambios corporales que dan lugar al cuerpo de la adultez, y lo harán durante un período que se extenderá entre 2 y 5 años. Así, la pubertad corresponde a todos los cambios morfológicos y funcionales que permiten alcanzar la maduración sexual. El momento de inicio, la cronología y el ritmo de las modificaciones están fuertemente influenciados por el estado de salud, los factores genéticos, la situación nutricional y el entorno socio-ambiental de cada uno.
Es importante saber que estos cambios ocurren en una secuencia ordenada de eventos; sin embargo, sus características varían entre una y otra persona, por lo que podemos decir que lo único uniforme y constante en la pubertad es la individualidad y particularidad de cada adolescente.
Para poder reconocer los cambios que ocurren en la pubertad podemos dividir la secuencia de eventos entre varones y mujeres.
La pubertad en las mujeres:
En las niñas, el comienzo del desarrollo puberal está marcado por el inicio del crecimiento de las mamas, conocido como “telarca o botón mamario por su forma de aparición”. Este se produce aproximadamente entre los 8 y los 13 años. En los meses siguientes ocurrirán en forma sucesiva los eventos que permitirán el desarrollo del cuerpo adulto:
- Aparición del vello pubiano y axilar.
- Crecimiento progresivo de las mamas y de los genitales internos.
- Cambios en la piel, con incremento del tejido graso y aparición de acné, especialmente en cara, pecho y espalda.
- Desarrollo de las glándulas sudoríparas, con el consecuente olor en la transpiración.
- Aumento de la masa corporal con una aceleración del crecimiento, especialmente los meses previos a la primera menstruación. En total, las chicas pueden llegar a crecer entre los 20 a 23 cm.
- Se produce también el ensanchamiento de las caderas y muslos, con acentuación de la cintura.
- Hacia el final de la pubertad aparece la primera menstruación, conocida como “menarca”, que viene acompañada de una desaceleración del crecimiento. Los ciclos menstruales sucesivos tardarán entre 1 y 3 años en alcanzar la regularidad de la adultez.
La menstruación en las mujeres tiene un fuerte impacto emocional, social y cultural. Es importante saber que, el proceso de crecimiento y maduración continua por varios años luego de la menarca, por lo que debemos mantener el acompañamiento afectivo desde el grupo familiar.
La pubertad en los varones:
En los varones la pubertad empieza con el aumento del volumen testicular, llamado “gonarca”. Una vez iniciado el proceso puberal, se producirán los eventos que llevarán a la estructura del cuerpo adulto:
- La aparición del vello pubiano y axilar, y más tarde en la cara.
- El progresivo crecimiento del pene y de los testículos hasta alcanzar el tamaño adulto
- La primera eyaculacion, y las poluciones nocturnas o llamados “sueños húmedos”
- Los cambios en la voz, que se vuelve progresivamente más grave y profunda
- La aceleración del crecimiento, los varones aumentan su talla en 25 a 30 cm en apenas 2 o 3 años. Este rápido crecimiento produce cierta torpeza motora, que mejora cuando se realiza actividad física.
- Además, hay un incremento del tejido graso en la piel con aparición de acné y del sudor con olor. Por esta razón es muy importante hablar sobre la higiene en estos años.
- Recién hacia el final del crecimiento, aparece el aumento de tejido muscular con el ensanchamiento de la espalda.
En los varones, existe una fuerte presión sobre la imagen corporal y el desarrollo muscular, es importante acompañar el proceso de crecimiento y evitar el uso de sustancias para el incremento de los músculos, pues este se producirá recién hacia el final de la pubertad.
La pubertad y las emociones:
La liberación de las hormonas en general, especialmente las sexuales, afectan las emociones, por lo que durante este período los sentimientos pueden ser más intensos y es normal tener cambios repentinos de humor.
Además, los cambios corporales ocurren en forma rápida, por lo que muchos jóvenes no se acostumbran y esto puede afectar el estado de ánimo.
Es importante destacar la importancia del impacto que generan los estereotipos de belleza: los hombres suelen padecer la pubertad tardía ya que sienten la necesidad de aumentar la masa muscular y ser más altos. Por el contrario, las mujeres sienten más incomodidad con la pubertad temprana, ya que el ensanchamiento de las caderas y el aumento de grasa no acompañan a los estándares de belleza modernos.
Por otro lado, los adolescentes comienzan a tener más pensamientos y deseos sexuales, sintiendo atracción por hombres, mujeres o ambos. Es normal sentir excitación sexual con mucha frecuencia y muchos empiezan a experimentar con el cuerpo para liberar la tensión sexual.
La pubertad es un momento confuso de la vida, las emociones parecen estar fuera de control y el cuerpo está cambiando constantemente. Es normal pasar de la felicidad absoluta a sentirse enojado o triste, por lo que es fundamental acompañar y hablar con todas las personas que estén pasando por este proceso.
Asimismo es importante encontrar actividades que sean divertidas como jugar un deporte, escribir o aprender música, para poder manejar el estrés y las emociones liberando la energía extra.
Dra. Alejandra Ariovich
MN 105160
Médica pediatra especialista en Adolescencia
Staff Planearte