¿Qué es la tuberculosis?
La tuberculosis es una enfermedad infectocontagiosa causada por un microorganismo llamado Mycobacterium tuberculosis y conocido como Bacilo de Koch, en honor a su primer descubridor. Se transmite por vía aérea y permanece latente en la mayoría de las personas durante años. Es importante saber que la tuberculosis es hoy una enfermedad prevenible y curable, razón por la cual todos debemos conocerla para saber cómo y cuándo actuar.
¿Por qué es tan importante?
Lejos de ser una enfermedad controlada, la tuberculosis sigue siendo hoy un problema de salud que afecta a toda la población mundial y constituye una de las principales causas de muerte por enfermedad infecciosa entre los adultos.
En el año 2018, la Organización Mundial de la Salud notificó 10 millones de nuevos casos de tuberculosis y cerca de un millón y medio de personas fallecieron por ella en el mundo. En nuestro país, en el mismo año se registraron casi 11000 personas con nuevas infecciones o recaídas y 720 muertes. Casi el 20% de los casos detectados fueron en niños, niñas y adolescentes.
¿Cómo nos contagiamos de tuberculosis?
Esta bacteria se transmite a través del aire. Cada vez que una persona infectada habla, escupe, tose o estornuda, elimina los bacilos que se encuentran en sus vías respiratorias. Estos microorganismos pueden ser aspirados por una persona sana que se encuentra en contacto frecuente con la persona enferma y, de esta forma, contagiarse. Para que se produzca un contagio, la exposición debe ser sostenida en el tiempo. Una persona que convive con otra persona infectada o pasa varias horas al día en el mismo espacio cerrado, como la escuela o el trabajo, tendrá alto riesgo de contagiarse y deberá ser evaluada por el equipo de salud.
¿Qué nos pasa si nos infectamos con esta micobacteria?
Cuando una persona entra en contacto con el bacilo, su sistema inmune, en la mayoría de los casos, logra contenerlo y encapsularlo. Sin embargo, a lo largo de la vida, aproximadamente un 10% de las personas infectadas, sufrirán el crecimiento del bacilo previamente contenido y se enfermarán de tuberculosis. Este riesgo es mucho mayor para las personas cuyo sistema inmunitario está debilitado, como ocurre en la malnutrición, en la diabetes mal controlada, en la enfermedad renal, en algunas enfermedades reumatológicas o en la infección por HIV.
La tuberculosis es, en la mayoría de los casos, una enfermedad pulmonar que se evidencia por la presencia de tos, fiebre, sudoración nocturna y pérdida de peso. Muchas veces los síntomas son insidiosos y de larga evolución, lo que lleva a que la consulta se demore y la enfermedad se propague entre las personas más cercanas.
¿Cómo es el tratamiento de la tuberculosis?
Ante la presencia de los síntomas, es muy importante consultar al equipo de salud. El tratamiento de esta enfermedad es de 6 meses en sus formas más simples, pero puede requerir de 9 a 12 meses en situaciones especiales. Esto requiere un muy buen seguimiento para evitar el abandono. Abandonar el tratamiento o un diagnóstico muy tardío implica un alto riesgo de complicaciones. Si no reciben el tratamiento adecuado, hasta dos terceras partes de los enfermos de tuberculosis morirán.
¿Cómo prevenimos esta enfermedad?
Si bien se trata de una enfermedad curable y prevenible, constituye aún hoy uno de los principales problemas de salud pública. Es importante que el equipo de salud tenga una buena preparación para avanzar en el diagnóstico y que logre el estudio de los contactos de las personas infectadas. Además, se requiere de un muy buen trabajo sanitario para el acompañamiento de las personas en tratamiento, ayudando a evitar el abandono del mismo.
Así, desde el año 2000, se estima que en el mundo se han salvado casi 50 millones de vidas gracias al trabajo de toda la sociedad para un diagnóstico y tratamiento oportunos.
Informarnos y conocer la enfermedad es un deber que nos toca como ciudadanos, para poder así, lograr el control de esta vieja epidemia.
Dr Manuel Escudero-Médico Clínico -Infectólogo-Staff Planearte.