¿Por qué todos debemos conocer las principales pautas de desarrollo?
Los primeros años de vida constituyen un período crítico en el desarrollo de las personas. Así, tanto las experiencias estimulantes y placenteras como aquellas que impliquen dificultad o daño, tendrán un impacto a largo plazo y actuarán sobre la potencialidad en el desarrollo de cada niño o niña en la adultez.
Los profesionales de la salud tenemos una enorme responsabilidad en la promoción del desarrollo durante la niñez, como así también en la prevención y detección de los problemas que se presenten durante el crecimiento. En este sentido, debemos orientar a cada familia para favorecer un accionar oportuno y coordinado ante la presencia de dificultades en el desarrollo de cada niño o niña.
El cerebro y sus funciones
EL cerebro es el órgano responsable, entre sus múltiples funciones, de la sensopercepción, del lenguaje, de las relaciones interpersonales y de las funciones cognitivas. Su base estructural está compuesto por las neuronas y sus interacciones, llamadas sinapsis. Estas conexiones se van construyendo aceleradamente desde la vida prenatal y aumentan en progresión geométrica luego del nacimiento. Así, en los primeros días de vida contamos con aproximadamente 50 millones de sinapsis, y a los dos años el número alcanza 100.000 millones. Este crecimiento extraordinario es el sustento estructural de las funciones cerebrales que van expresándose durante los primeros años de vida.
Es interesante destacar que en los primeros años de vida hay una sobre producción de conexiones neuronales, y si luego esas sinapsis no son usadas, desaparecen, y las neuronas que no reciben ni emiten información degeneran y mueren, bajo un proceso normal conocido como poda neuronal. Sin embargo, es este mismo proceso el que nos alerta en la importancia de mantener los estímulos y cuidados durante los primeros años de vida.
¿Qué logramos realizar las personas a cada edad?
En los primeros años de vida, nuestro desarrollo neuronal nos permite ir cumpliendo en forma progresiva distintas pautas de desarrollo. Conozcamos las pautas más importantes que suceden en cada etapa:
Primeros años de vida:
A los 2 meses, la mayoría de los bebés logra responder con una sonrisa a la mirada del otro, es la llamada sonrisa social y corresponde a uno de los hitos más importantes en el inicio de la comunicación.
Hacia los 3 meses, además de sostener la cabeza e intentar agarrar objetos, los bebés realizan diferentes sonidos cuando los miramos a los ojos.
A partir del 4to y 5to mes, toman los juguetes con ambas manos para llevarlos a su boca, pueden rolar y mantienen una conversación con sonidos y risas a carcajadas. Los sonajeros y juguetes blandos y grandes para explorar con la boca son los más buscados.
Entre los 6 y 9 meses, todos los bebés gritan y prueban distintos sonidos, y logran jugar sentados. En este período ocurre la llamada “angustia del 8vo mes”, donde pueden diferenciar rostros conocidos de los extraños y lloran ante la separación de sus cuidadores. Jugar a las “escondidas”, tapar y destapar y lanzar objetos desde altura para analizar distancias y tiempo, es lo que más disfrutan.
Ya más cerca del año, los bebés se frenan con el NO, responden al llamado y festejan la llegada de las personas, hacen morisquetas e imitan sonidos. A esta edad empiezan a pararse y dar los primeros pasos. Es un buen momento para introducir los juegos de encastre y arrastre.
Una vez pasado el período crítico de desarrollo neuronal, entre el 2do y 3er año, los niños juegan con la pelota, ayudan a quitarse y ponerse la ropa y alcanzan el control de esfínteres. Acá, el desarrollo del lenguaje es máximo, logrando el armado de oraciones al finalizar esta etapa.
¿Y qué pasa si estas pautas no suceden?
El retraso en el cumplimiento de pautas de desarrollo puede ser debido simplemente a la variación individual que existe entre las personas. Sin embargo, hay una proporción de niños en quienes ese retraso está expresando un problema de desarrollo. Cuando se observa alguna limitación en la adquisición de las pautas de desarrollo esperadas a cada edad, es muy importante consultar a los profesionales de la salud. Una intervención temprana brindará las herramientas necesarias para sortear los obstáculos presentados.
¿Qué podemos hacer desde la comunidad?
Algunos factores medioambientales tienen un impacto directo en el desarrollo y pueden modificar positivamente en la potencialidad de cada niño o niña. En cada etapa contamos con diferentes factores protectores y estimulantes del desarrollo.
- En el primer año de vida: sostener la mirada, jugar con el cuerpo, favorecer la lactancia materna, facilitar la disponibilidad de tiempo en el cuidado.
- En la primera infancia: buscar espacios al aire libre, facilitar actividades con el cuerpo, estimular momentos de juego en familia y en grupos, jugar con música, disfraces, pinturas.
- Por último, durante la edad escolar es importante continuar con estos cuidados, favoreciendo las actividades recreativas y los espacios de reunión familiar.
Desde la comunidad tenemos la obligación de favorecer todos los espacios de promoción y cuidados de la salud de nuestra población, especialmente durante la niñez. Estimular estos factores ayuda a construir un futuro mejor de las personas.
Dra. Alejandra Ariovich- Médica Pediatra especialista en Adolescencia-Staff Planearte