El cáncer de mama se origina cuando las células mamarias comienzan a crecer sin control.
Las células cancerosas de la mama normalmente forman un tumor que a menudo se puede observar en una radiografía o se puede palpar como una masa o bulto. El cáncer de mama ocurre casi exclusivamente en las mujeres, pero los hombres también lo pueden padecer.
Es importante que sepa que la mayoría de los bultos en las mamas son benignos y no cancerosos (malignos).
Si bien existen factores predisponentes para el desarrollo de esta enfermedad, no se conocen claramente las causas que la producen. Es por esto que se trabaja en concientizar a la población femenina sobre la importancia de estos tres ejes:
- Promoción de hábitos saludables
- Detección temprana (autoexamen mamario y controles médicos periódicos)
- Tratamiento oportuno y adecuado
Detectado a tiempo, mejora el pronóstico, pudiendo incluso ser curado.
El diagnóstico temprano y el tratamiento oportuno y adecuado a fin de mejorar el pronóstico y la supervivencia son las claves, dado que es una enfermedad frecuente (73 cada 100.000 mujeres según datos nacionales).
Existen una serie de aspectos, en este sentido, que es conveniente tener presente:
La importancia del autoexamen mamario.
La autoexploración mamaria mensual es una constante en los programas de prevención del cáncer de mama. Sin embargo, muchas mujeres aún no lo realizan, a veces por vergüenza a tocar su cuerpo, o por el temor a encontrar algo. Por lo tanto, es importante insistir con la difusión de esta recomendación preventiva.
El autoexamen mamario sigue siendo una herramienta fundamental para el diagnóstico precoz de esta enfermedad, por lo que recomendamos fuertemente el animarse a hacerlo, una vez al mes, unos 10 días después de haber menstruado, a partir de los 18 años de edad.
¿Cómo se realiza?
En la figura se explican 3 formas de realizarlo. Se recomienda hacerlo en la ducha, o luego, frente a un espejo. Además de las maniobras descritas en el gráfico, se sugiere pararse con los brazos al costado del cuerpo, luego las manos detrás de la nuca y finalmente, en jarras ( en la cintura), observando cuidadosamente los contornos de las mamas y la superficie y aspecto de la piel, areolas y pezones.
Debemos puntualizar dos ideas muy importantes:
- cualquier irregularidad detectada NO es un cáncer; la mayoría de las masas palpables son benignas.
- el hecho de no hallar nada en el autoexamen, no elimina la posibilidad de tener alguna lesión incipiente, por lo que la consulta médica y estudios periódicos son fundamentales.
Controles médicos periódicos
A partir de los 35 años, la mujer debe comenzar a realizar ANUALMENTE sus controles mamarios. Es a los 40 años cuando debe efectuarse el primer estudio mamográfico, que servirá de base comparativa con los siguientes controles. Cuando hay antecedentes familiares, el profesional indicará el momento adecuado para comenzar los estudios. La revisión incluirá un interrogatorio pormenorizado y una inspección y palpación cuidadosas. La ecografía, sobre todo en mujeres jóvenes, será muy útil para completar los estudios.
Factores de riesgo del cáncer de mama
Varios factores pueden aumentar el riesgo de desarrollar cáncer de mama, entre ellos:
- El envejecimiento.
- No haber tenido hijos o tener el primero en una edad avanzada.
- Tener la primera menstruación a una edad temprana.
- Comenzar la menopausia a una edad más avanzada.
- Tener antecedentes de cáncer de mama o de algunos trastornos mamarios benignos, como hiperplasia ductal atípica.
- Tener familiares directos (como madre, hermana, padre o hija) con antecedentes de cáncer de mama.
- Tener una alteración genética, como ciertas mutaciones en los genes BRCA1 o BRCA2.
- Haber recibido radioterapia en la mama o el tórax.
- Tener sobrepeso, en especial después de la menopausia.
- Usar terapia de reemplazo hormonal por un periodo prolongado.
- Usar anticonceptivos orales.
- Consumir alcohol.
- Tener una vida sedentaria.
Hábitos saludables
En la prevención del desarrollo de esta enfermedad, el control de los factores de riesgo modificables es muy importante:
- Actividad física
- Control del consumo de alcohol
- Controlar el sobrepeso y la obesidad
- Alimentación adecuada (que aumente el consume de frutas y verduras en detrimento de las grasas y alimentos industrializados)
Todos estos factores podrían tener un efecto de reducción real de la incidencia del cáncer de mama, a largo plazo.
Conclusiones
- No preocuparse, sino ocuparse.
- Tener hábitos de vida saludables.
- Realizar habitualmente el autoexamen
- Consultar a su médico ginecólogo de confianza.
- Concurrir a los controles de salud periódicos, con responsabilidad y compromiso.
Dra. Andrea Marazzi
Ginecóloga
MN82496
Staff Planearte