Las cefaleas representan uno de los síntomas más comunes en las personas, y aunque generalmente le restamos importancia por su frecuencia, en varias ocasiones el dolor puede llegar a ser lo suficientemente intenso como para inhibir, interrumpir e impedir las actividades diarias. Así, si bien muchas veces los cuadros pueden manejarse en casa, en otras oportunidades debemos consultar en algún centro de salud. Veamos a continuación los distintos tipos de cefaleas, las características principales de cada una de ellas y en qué situaciones la consulta con el profesional de la salud es prioritaria.
¿El dolor de cabeza, responde siempre a las mismas causas?
La cefalea es el término médico utilizado para describir el dolor de cabeza, y sus características varían notablemente en intensidad, duración o tipo de dolor, según su naturaleza. A su vez, puede ser primaria cuando es un problema en sí misma, o secundaria cuando responde a alguna causa subyacente.
Veamos las características principales de las cefaleas más frecuentes.
Las migrañas
Las migrañas, representan un tipo específico de dolor de cabeza que se caracteriza por ser aguda y recurrente. Es decir que las personas que la padecen, tendrán episodios de cefalea de sólo algunas horas a días de duración, pero en forma reiterada a lo largo de su vida.
Aunque se desconoce la naturaleza de las migrañas se cree que el fenómeno responde a una alteración en la microvasculatura del sistema nervioso. El antecedente familiar es de gran importancia, y su ausencia debe hacernos dudar del diagnóstico.
El tipo de dolor frontal o fronto-lateral y pulsátil permite un claro reconocimiento por las personas que las presentan. En ellas, cada episodio se acompaña de fono y fotofobia, náuseas e incluso vómitos. Además, muchas veces están precedidas por un aura, como sensación de mareos o destellos luminosos en la visión. Las crisis migrañosas son un gran problema de salud, pues muchas veces son incapacitantes y las personas deberán guardar reposo por varios días, debiendo permanecer en lugares tranquilos y con escasa iluminación. Es muy importante tener en cuenta los signos característicos de la migraña, y más aún si existiera un aura, debido que el reconocimiento precoz de un episodio nos permite iniciar un tratamiento oportuno, y muchas veces impedir que la crisis migrañosa se desarrolle.
Las cefaleas tensionales
Los dolores de cabeza tensionales son aquellos que surgen ante el “tironeo” constante de los músculos del cuello y su contractura, especialmente de la región occipital. Suelen ser desencadenadas por situaciones de estrés o ansiedad. La cefalea tensional se caracteriza por ser de tipo compresiva, en forma de banda y con una intensidad leve o moderada; y al igual que las anteriores la luz intensa y los ruidos exacerban el dolor. Sin embargo, este tipo de cefaleas, a diferencia de las migrañas, no presentan aura ni se acompaña de náuseas o vómitos. Los episodios duran alrededor de minutos a días, interfiriendo con las actividades cotidianas. Es importante tratarlas dado que un abordaje adecuado permite su resolución.
¿Cuándo una cefalea es secundaria?
También llamadas sintomáticas, las cefaleas secundarias son consecuentes a alguna noxa particular, es decir, surgen, como indica su nombre, como síntoma a alguna otra patología. En algunos casos, los cuadros subyacentes pueden ser banales, como la presencia de fiebre por una intercurrencia viral. Otras veces, la cefalea puede ser la respuesta de entidades clínicas de mayor gravedad con compromiso del sistema nervioso obligando la intervención por parte del profesional de la salud.
¿Cuándo debemos concurrir a un centro de salud con urgencia?
Algunas características del dolor de cabeza nos alertan sobre una posible situación de gravedad:
- La intensidad progresiva del dolor que no cede con analgesia convencional.
- La interrupción del sueño consecuente al dolor.
- La asociación con vómitos nocturnos.
- La falta de historia previa respecto a la intensidad del dolor.
- La presencia de alteraciones visuales acompañantes.
- La instalación súbita del dolor.
Herramientas para un tratamiento eficaz
Las cefaleas impactan sobre nuestra salud y son un motivo válido para consultar a nuestro médico/a de cabecera. Hoy contamos con múltiples fármacos que nos ayudan a reducir el dolor. Algunos de ellos son conocidos por todos y de fácil manejo, como el ibuprofeno o el paracetamol, mientras que otros más específicos son utilizados en situaciones puntuales bajo supervisión de los profesionales de la salud. Independientemente de los fármacos utilizados, siempre deben tomarse una serie de medidas generales:
- Una alimentación e hidratación adecuadas, cumpliendo las cuatro comidas diarias y evitando ayunos prolongados.
- Una actividad física regular, dado que realizar ejercicios permite disminuir la tensión de los músculos del cuello.
- Horarios adecuados de sueño, pues el retraso o la reducción de sueño es un desencadenante común de las cefaleas.
Al mismo tiempo, para las cefaleas tensionales será muy importante trabajar sobre el estrés. Mientras que, para las migrañas muchas veces será necesaria la intervención del médico especialista. En ambas el acento estará puesto en el reconocimiento precoz de sus síntomas para iniciar el tratamiento lo antes posible.
Las cefaleas constituyen un problema común de las personas, reconocer sus principales características permite adecuar el tratamiento y alertarnos ante manifestaciones que obliguen la consulta oportuna.
Dr. Manuel Escudero
Médico Clínico – Infectólogo
MN 101067-MP 448200
Staff Planearte